miércoles, 29 de junio de 2011

Un día con las tecnologías.

Depende qué día sea,  mi celular comienza a sonar con un tono predeterminado que trajo consigo como despertador. No tengo un celular moderno porque no necesito de esas cosas. Ni bien abro los ojos envío un mensaje de texto, y leo los que me mandaron porque generalmente todos los que me rodean madrugan, menos yo que no puedo acostarme temprano si no trabajo, termino con el celular y ahí es cuando realmente comienza el día. Me levanto y preparo el desayuno mísero de cada día, un té o un mate cocido bien caliente con leche me conforman, más no pidan porque mi heladera esta mas vacía que la de un chino post-saqueo .  Mientras tanto, enchufo la notebook, prendo el equipo de música, pongo en el puerto USB el mp3 que armé con algunas de mis bandas preferidas, pero antes de ponerlo en random empieza a sonar Dignidad de Todos Tus Muertos, una de mis bandas preferidas y que me suben el animo, panza llena y música: con eso activo la mañana que a veces tenes ganas de pasarla por alto durmiendo. En ese momento pienso en todas las cosas que tengo que hacer, que tengo que leer o estudiar o escribir. La señal de wi-fi hace que pueda conectarme al messenger, a la casilla de correos, facebook y las principales agencias de noticias o paginas de diarios que frecuento todas las mañanas y a la tarde-si estoy en mi casa. Sigo mandando mensajes durante la mañana. Luego de desayunar, y prepararme para el día que recién empieza, voy a la facultad, y como vivo a 20 cuadras prefiero hacerlas caminando. Ni bien pongo un pie en la vereda de mi casa, prendo el mp3 y empieza con Faith No More o Eterna Inocencia, dos bandas con las que mi reproductor de mp3 está plagado; me pongo los auriculares, y sin querer empiezo a cantar en voz alta contaminando oidos ajenos, generalmente escucho un poco fuerte para no escuchar la contaminación sonora que hay en la ciudad y de la que yo soy parte cuando empiezo a cantar. A esta altura, es demasiada. Llego a la facultad y allí no hay mucha tecnología para usar, las computadoras del buffet no uso y el mp3, está prendido sólo si tengo horas libres entre cursada y cursada; tan solo uso el celular si es necesario, aunque para mí el celular siempre es necesario, por esa razón siempre lo tengo al lado y me mantengo desenfrenada gastando crédito, tanto el mío como el de las personas que me escriben.  Al salir de la facultad, camino hasta la parada del colectivo y pongo monedas en la maquina que expende boletos (creería que esto se puede contar como tecnología), durante el viaje escucho musica en el mp3 nuevamente y seguramente siga mandando mensajes o hablando por celular. Cuando me bajo en la esquina de mi casa, camino y al abrir la puerta prendo la computadora, reviso las mismas cosas que a la mañana , leo un poco y luego me acuesto. No creo ser una persona con demasiado contacto con la tecnología, y tampoco creo que sea malo eso. No soy muy afín a la informática ni a las tecnologías. No me gustan los microondas, las cafeteras, las pavas ni cocinas eléctricas, y tampoco tengo televisión. ¿Para que voy a usar microondas? si tengo horno, cocina, ollas, jarros y pavas. ¿Cafetera? No tomo café. ¿Televisión? no me interesa, si me pierdo de algo no va a ser muy grave, para eso existe Internet y para eso lo uso.


Cardoso Díaz, Julieta.

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